Dislexia sin Complejos

martes, julio 31, 2007

Cuando la propia dislexia se convierte en la principal barrera

Una reciente revisión de la literatura detectó hasta 28 definiciones distintas de Dislexia, lo que supone un verdadero problema (¿barrera?) debido a que facilita argumentos a los que niegan su existencia, como por ejemplo, recientemente, el Profesor Julian Elliott, de la Durham University. ¿Qué credibilidad puede tener hablar de algo que, según quién sea, entiende una u otra cosa? Pero es más, desde un punto de vista científico, ¿cómo podemos comparar resultados entre diferentes estudios si el planteamiento de partida resulta diferente? ¿Cómo podemos evaluar resultados entre diferentes tipos de intervenciones si cada estudio define la Dislexia de distinta manera? El que haya tantas definiciones de Dislexia nos está indicando que se trata de una entidad que, hoy por hoy, no está bien definida y que ninguna de las definiciones existentes es totalmente aceptada por el resto de la comunidad científica. El problema es que, cada vez que se intenta redefinir la Dislexia, lo único que se consigue es acrecentar la confusión, ya que lejos de aclarar algo, se suma a esa lista cada vez más larga de definiciones.

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