Dislexia sin Complejos

jueves, marzo 08, 2012

Los tres cerditos

Si bien es cierto que el cuento infantil popular anónimo de los tres cerditos no tiene nada que ver con la dislexia, no es menos cierto que podríamos partir de él para desarrollar toda una metodología para el análisis de los resultados de las diferentes denominadas Terapias Alternativas. En una ocasión, recurrí a este cuento como esquema de lo que podría ser la evaluación de diferentes intervenciones para la escritura de un artículo científico, durante una presentación en un curso sobre comunicación científica.
Pero no vamos a recurrir aquí a ese argumento en relación a los tres cerditos y la dislexia por una razón, estaríamos equiparando a la dislexia con el lobo feroz, el malo de la película, y eso no nos gusta y no queremos ni pretendemos hacerlo. El denominado inconsciente colectivo de Jung, ese que se alimenta de las fábulas, cuentos, costumbres, dimes y diretes de la propia sociedad, crea arquetipos muy difíciles de desmontar luego. El desconocimiento de Esopo en entomología quedó absolutamente patente cuando en su fábula de la cigarra y la hormiga nos pintaba a la cigarra como un personaje ocioso, vago y que se dedicaba solo a cantar; lo que resulta difícil de cambiar incluso cuando la propia entomología demuestra que la cigarra para nada es un ser vago y ocioso. ¿No os recuerda esto a lo que sucede con la dislexia? Durante mucho tiempo, demasiado, nuestros disléxicos han sido considerados, injustamente, como las cigarras.
Ahora el periódico The Guardian, en el Reino Unido, en colaboración con la agencia Bartle Bogle Hegarty nos muestra como, partiendo del cuento de los tres cerditos, la historia puede y debe remodelarse. El resultado es, sencillamente, fascinante.

El cuento, trasladado a nuestro actual siglo XXI, se desarrolla por unos derroteros completamente distintos a la historia original para invitarnos a una reflexión sobre cómo Internet y las nuevas tecnologías han cambiado la sociedad y los medios de comunicación, así como el papel que juegan las redes sociales en la opinión pública en base a ese inconsciente colectivo. En un vídeo de tan solo dos minutos, la trepidante historia arranca con un titular en la portada de The Guardian con el anuncio del asesinato del lobo. La policía detiene a los tres cerditos, lo que provoca un alud de opiniones en las redes sociales de todo el mundo: “los tres cerditos son las víctimas”, “el lobo derribó dos casas a soplidos, tiene lo que se merece”, “los cerditos tienen todo el derecho a defender su propiedad”. Pero la investigación da un vuelco cuando un vídeo en YouTube muestra que el lobo padecía de asma y una simulación demuestra que es imposible que derribara las casas a soplidos. Los cerditos acaban confesando que provocaron el derrumbe de las casas para cobrar el seguro y así poder hacer frente a la hipoteca del banco.

La opinión pública da un nuevo giro radical culpando al sistema financiero de la situación, lo que resulta en protestas y manifestaciones callejeras ante la situación desencadenada.

El periódico The Guardian muestra este video como un ejemplo de lo que denominan “periodismo abierto” y del que presume este medio de comunicación que apuesta por una mayor participación de los usuarios en sus contenidos.
De paso queda patente algo que hoy en día es una auténtica realidad, el papel que juegan las redes sociales en la opinión pública, algo que, para la dislexia, puede y debe ser muy importante.

Este es el video de The Guardian a través de YouTube


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