El vendedor

Todos recordaréis la letra de aquella famosa canción de Mocedades:

En la plaza vacía
nada vendía el vendedor.
y aunque nadie compraba
no se apagaba nunca su voz

Las personas que nos dedicamos a este y otros blogs de dislexia somos vendedores, pero como hemos dicho en alguna que otra ocasión: la dislexia no vende, por lo que nos asemejamos al protagonista de la canción.

¿Y qué vendemos? Algo fundamental para sobrellevar ese lastre que representa la dislexia: ilusión, esperanza... fundamentalmente esperanza, en minúscula, no vayamos a equivocarnos. Porque estamos convencidos de que, aunque el camino es largo y sinuoso, algún día la dislexia y las demás dificultades de aprendizaje dejarán de ser el problema que nuestro sistema educativo crea de forma sistemática.
Este ha sido un curso raro y complicado. Los anunciados recortes en Educación en la Comunidad de Madrid, allá por el mes de septiembre, iniciaron una conflictividad que se ha ido extendiendo por toda la geografía con unos efectos bastante desbastadores. Estamos terminando el curso y a la inquietante espera de las notas, esos temibles resultados que para nada reflejan el trabajo y el empeño de nuestros náufragos del aprendizaje.
Entre tanto, nosotros a lo nuestro:

¿Quién quiere vender conmigo
la paz de un niño durmiendo?