El maratón de la dislexia
Todavía hoy, con frecuencia, se nos acercan padres y madres angustiados ante la incertidumbre generada en torno a un probable diagnóstico de una dificultad de aprendizaje en sus hijos. Se enfrentan a un largo y sinuoso camino como empezó el nuestro hace ya cinco años con la célebre frase a lo mejor tu hijo/a lo que tiene es dislexia. Es muy probable que algunos de los que os acercáis a este blog por vez primera sea por ese motivo. ¡Mucho ánimo! Realmente os espera un largo camino, una carrera de fondo, un verdadero maratón como suele definirlo Mª Ángeles Gil, co-fundadora y ex-vicepresidenta de Dislexia sin Barreras. Superada la angustia inicial, la incertidumbre diagnóstica, los problemas organizativos familiares para poder atender la necesidad educativa de vuestro hijo/a, las entrevistas, con la rabia contenida, con el tutor y los diferentes profesores, la frecuente desesperación ante la llegada de la noche y los deberes sin realizar, los dolores de cabeza y de tripa de los domingos por la noche o el lunes por la mañana, los ceros de color rojo y de un tamaño respetable en el cuaderno de ejercicios, y un sinfín más de cuestiones, el maratón se vuelve más plácido y llevadero.
Hace unas semanas coincidíamos con algunos de los editores de los blogs de dislexia existentes. Coincidíamos en que tras cinco años, la dislexia de nuestros respectivos hijos, cinco años más mayores en la actualidad, se encontraba encauzada. La dislexia no se cura (no es una enfermedad), pero en cinco años se generan importantes estrategias para afrontar con ciertas garantías la desventaja que acompañará a nuestros hijos/as cuando lleguen a ser adultos. Un niño disléxico será un adulto disléxico, pero las estrategias que desarrolle durante el crítico período escolar, le permitirán en la etapa de adulto llevar una vida tan aparentemente normal como la de cualquier otro adulto sin dislexia.
A los que iniciáis ahora este camino, este maratón, daros mucho ánimo porque lo vais a necesitar para poder perseverar. Va a ser difícil, va a resultar agotador, vais a desesperaros a menudo, vais a querer arrojar la toalla y abandonar, pero deberéis seguir porque por un hijo/a se hace de todo, porque la meta es que vuestros hijos/as lleguen a ser adultos disléxicos capaces de llevar una vida sin que esta desventaja suponga un lastre.
Hacíamos referencia la semana pasada a la película Trainwreck: My Life as an Idoit no estrenada todavía en España. Esta película dirigida por Tod Harrison Williams (2007) está basada en el libro The Little Yellow Bus de Jeff Nichols, y trata de las peripecias de un hombre con TDAH, una dificultad de aprendizaje (dislexia), síndrome de Tourette, trastornos del equilibrio y, además, es ex-alcohólico. Las críticas que hemos tenido ocasión de leer no benefician en nada a la película, pero habrá que verla porque es una película sobre dislexia o, más bien, sobre las consecuencias de un maratón fallido por abandono.
Aprovechando el tirón de la película, Jeff Nichols ha publicado recientemente un nuevo libro autobiográfico con el mismo título.
Hace unas semanas coincidíamos con algunos de los editores de los blogs de dislexia existentes. Coincidíamos en que tras cinco años, la dislexia de nuestros respectivos hijos, cinco años más mayores en la actualidad, se encontraba encauzada. La dislexia no se cura (no es una enfermedad), pero en cinco años se generan importantes estrategias para afrontar con ciertas garantías la desventaja que acompañará a nuestros hijos/as cuando lleguen a ser adultos. Un niño disléxico será un adulto disléxico, pero las estrategias que desarrolle durante el crítico período escolar, le permitirán en la etapa de adulto llevar una vida tan aparentemente normal como la de cualquier otro adulto sin dislexia.
A los que iniciáis ahora este camino, este maratón, daros mucho ánimo porque lo vais a necesitar para poder perseverar. Va a ser difícil, va a resultar agotador, vais a desesperaros a menudo, vais a querer arrojar la toalla y abandonar, pero deberéis seguir porque por un hijo/a se hace de todo, porque la meta es que vuestros hijos/as lleguen a ser adultos disléxicos capaces de llevar una vida sin que esta desventaja suponga un lastre.
Hacíamos referencia la semana pasada a la película Trainwreck: My Life as an Idoit no estrenada todavía en España. Esta película dirigida por Tod Harrison Williams (2007) está basada en el libro The Little Yellow Bus de Jeff Nichols, y trata de las peripecias de un hombre con TDAH, una dificultad de aprendizaje (dislexia), síndrome de Tourette, trastornos del equilibrio y, además, es ex-alcohólico. Las críticas que hemos tenido ocasión de leer no benefician en nada a la película, pero habrá que verla porque es una película sobre dislexia o, más bien, sobre las consecuencias de un maratón fallido por abandono.
Aprovechando el tirón de la película, Jeff Nichols ha publicado recientemente un nuevo libro autobiográfico con el mismo título.
Etiquetas: Blogs de dislexia, cine, desventaja, Dificultad de Aprendizaje, dislexia del adulto, dislexia en el cine, libro sobre dislexia, necesidades educativas especiales, películas sobre dislexia, TDAH
1 Comments:
Gracias por su información y sus mensajes de ánimo.
Es cierto que cuando te dicen tu hijo/a es dislexico te enfrentas al maratón escolar y de la vida. Hay que creer que ellos/as pueden hacer muchas cosas, los primeros que debemos creer somos sus padres, y después enfrentarnos a su reeducación cuidando su autoestima. En el colegio las cosas no van a ser faciles, pero es lo que hay.
Hasta que llegue el día que se regule la LOE y su aplicación en los centros escolares. Pero para esto necesitamos a las Asociaciones como ha pasado en otras Comunidades Autónomas.
By Anónimo, at 20/11/09 19:24
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