Dislexia sin Complejos

jueves, octubre 30, 2014

Anya’s Bell

Hablar de cine y dislexia nos lleva, inevitablemente, a la película hindú Taare Zameen Par (Estrellas en la Tierra, Aamir Khan, 2007) de cuya existencia fuimos los primeros en anunciar en enero de 2008 desde este mismo blog. La película fue presentada en 2008 en el festival ImagineIndia de Madrid y posteriormente exhibida durante las II Jornadas de Dislexia en Canarias ese mismo año. La película fue seleccionada para representar a la India en los Óscars de Hollywood de 2008 como mejor película de habla no inglesa, pero no pasó el corte. La película no se ha estrenado nunca de forma oficial en España.


Si consultamos el Internet Movie Database (IMDb) a fecha 29/10/2014, por la palabra clave dyslexia obtenemos 66 títulos entre los que, como suele ser habitual, ni son todos los que están ni están todos los que son. De esos 66 títulos, 31 son películas o documentales, 3 cortos y 9 telefilmes. El título mejor valorado por los usuarios de IMDb es, precisamente, Taare Zameen Par con una valoración de 8,5. El siguiente de la lista, descartando episodios de series o el documental The Big Picture: Rethinking Dyslexia (James Redford, 2012) es el corto bAd (Vincenzo Giammanco, 2007) tampoco estrenado en España pero exhibido de forma oficial en las III Jornadas de Dislexia Canarias en 2010 con subtítulos en español.


El comienzo de este corto, con los subtítulos en español, podéis verlo aquí en el canal Dislexia TV de YouTube. El corto bAd obtiene una puntuación de 7,7 si bien es cierto que el número de votos es sensiblemente muy inferior a Taare Zameen Par.
El primer telefilme mejor valorado en IMDb, con una puntuación de 7,4, es Anya’s Bell (La campana de Anya, Tom McLoughlin, 1999). Llevábamos mucho tiempo buscándola para nuestra filmodisleteca sin éxito pero, recientemente, la hemos localizado y hemos tenido ocasión de disfrutar de este interesante telefilme.


Se trata de la amistad que surge entre una mujer mayor ciega (Anya) coleccionista de campanillas incapaz de salir de su casa tras la muerte de su madre y un muchacho de 12 años (Scott) con notables dificultades para la lectura. La acción transcurre en 1949. El muchacho ayuda a Anya a aprender a usar un bastón para que pueda llegar a ser más independiente y capaz de cuidar de sí misma. Pero ella le pide, a cambio, que aprenda Braille. Es Anya la que descubre que Scott es disléxico e incapaz de leer. Una mujer ciega es la que “ve” lo que no son capaces de ver ni maestros ni la madre de Scott.


Ganadora de dos premios, se trata de un telefilme nada espectacular pero que cuenta una historia sólida a la par que emotiva y entrañable que, aunque resulte predecible en su final, para nada desvirtúa el resultado de esta hermosa historia muy bien narrada e interpretada.


El telefilme se ha exhibido, fuera de Estados Unidos, en Nueva Zelanda, Italia y Finlandia, y fuera de los canales televisivos, en Brasil y Alemania y de forma extraoficial en alguno que otro más.
Podéis ver la única copia que hemos localizado en versión original aunque con subtítulos en portugués, aquí.
Que la disfrutéis.

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jueves, octubre 16, 2014

Octubre y la dislexia

En el mundo anglosajón, el mes de octubre es tradicionalmente un mes de concienciación sobre la dislexia. Aprovechando el comienzo del curso escolar, muchas asociaciones organizan toda clase de eventos para llamar la atención de la sociedad sobre los más desfavorecidos de los diferentes sistemas educativos. En España, el otoño siempre ha sido una estación pródiga para esta desventaja. Prueba de ello es que la mayor parte de jornadas y actividades de formación tienen lugar en esta época del año como hemos narrado en alguna que otra ocasión. Este año no es una excepción. La Asociación de Dislexia de Euskadi (Dislebi) anuncia una jornada de formación dirigida al profesorado en Álava; de otra parte, la Asociación Valenciana de Dislexia y Otras Dificultades de Aprendizaje (AVADIS), se hace eco de una jornada sobre Como dar clases a los que no quieren que organiza El Instituto Valenciano de Pedagogía Creativa. En nuestro país se promovió una campaña a principios de 2008 para proclamar el día 8 de noviembre como Día Nacional de la Dislexia. Promovido por la FEDIS y algunas de las asociaciones pertenecientes a la Federación en aquella época, algunas se hicieron eco declarando abiertamente que ese día era el Día Nacional de la Dislexia. La propuesta no prosperó como lamentablemente no lo consiguen hacer muchas iniciativas relacionadas con la dislexia. Pero eso es otra historia.
Nosotros pensamos que la concienciación de la sociedad con respecto a la dislexia debe ser permanente y, por ese motivo, la actividad continua de difusión de esta desventaja por parte de todas las Asociaciones de Dislexia es digna de elogio, independientemente de que exista un Día Nacional o un Dyslexia awareness month.

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jueves, octubre 02, 2014

Cómo aprende el cerebro

Hemos recurrido en unas cuantas ocasiones a las hacendosas hormiguitas para tratar de describir de un modo visual lo que sucede en la dislexia. El concepto de ectopia a nivel del cerebro en el proceso de migración neuronal puede resultar bastante gráfico utilizando un modelo de una hilera de hormigas. Pero hay más, las propias hormigas pueden explicarnos muchas cosas de lo que sucede en el aprendizaje del cerebro humano.
Para empezar, la relación entre hormiga y hormiguero es bastante similar al de neurona y cerebro, obviamente en un sentido funcional. Una hormiga aislada, al igual que una neurona aislada, no son absolutamente nada. El cómo un hormiguero es capaz de organizarse con una finalidad social, fue explicado ya por el Premio Nobel de Literatura Maurice Maeterlinck en su Vida de las hormigas:

El hormiguero debe ser considerado como un individuo único cuyas células (al contrario de lo que ocurre con las de nuestro cuerpo que tiene sesenta trillones aproximadamente) no están aglomeradas, sino, disociadas, diseminadas, exteriorizadas, sin dejar de permanecer sometidas, a pesar de su aparente independencia, a una misma ley central.

Desde antes de nacer, nuestro cerebro, aún en desarrollo, empieza a recibir estímulos aferentes sobre un campo de neuronas vírgenes todavía a cualquier tipo de información. El procesamiento de esos estímulos y la respuesta a los mismos, se va desarrollando por medio de un proceso muy similar al del denominado Algoritmo de la Colonia de Hormigas (ACH), propuesto inicialmente por Marco Dorigo en 1992 y desarrollado posteriormente por muchos otros por el importante papel de este algoritmo en Ciencias de la Computación. Realmente sería más apropiado el modelo computacional de Red Neuronal, pero el ACH nos ofrece un modelo visual mucho más atractivo y fácil de entender.
Jean-Louis Deneubourg de la ULB (Universidad Libre de Bruselas) dio rigor científico de forma experimental a las observaciones que inspiraron el ACH.


Básicamente, el ACH viene a decir que las hormigas, de forma completamente aleatoria, buscan comida en torno a su hormiguero y, una vez que la encuentran, regresan al mismo dejando un rastro de feromonas, una sustancia química inter e intraespecífica fundamental para la comunicación entre insectos. Otras hormigas que encuentren ese rastro, incrementarán el mismo aportando sus propias feromonas. Pero hay más, la evaporación de las feromonas en aquellos rastros que no sea reforzados, potenciará aquellos que sí lo sean.
Gráficamente puede mostrarse así:



El cerebro aprende, sustancialmente, de la misma forma. Las neuronas aferentes que reciben estímulos los comunican a otras neuronas que darán una respuesta aleatoria. Evidentemente en el cerebro no hay feromonas, pero sí otras sustancias químicas que sirven de comunicación entre neuronas, los neurotransmisores, así como señales eléctricas entre ellas de las que no hablaremos aquí, ahora, para no hacerlo más complejo. La reiteración en la respuesta es la que potencia el camino a seguir, como en las hormigas, solo que en el caso de las neuronas, esa reiteración es la que selecciona la vía por la que discurrirá el impulso neuronal, anulando los menos efectivos por falta de comunicación neurotransmisora, al igual que lo que ocurre en el ACH por la evaporación de feromonas.



Es de esta forma por la que nuestro cerebro se encuentra en un continuo aprendizaje constante, lo que se denomina en neurociencia Plasticidad Cerebral, y que es lo que le permite al cerebro remodelarse a instancias de un mejor rendimiento. En el ACH, cuando la fuente de alimento mengüe y otras hormigas encuentren nuevas fuentes, a medida que el nuevo descubrimiento vaya reforzándose, se evaporarán las feromonas del anterior y se irá abandonando el antiguo, como hace el cerebro cada que aprende una respuesta que resulte más eficaz al estímulo que lo provoca.

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