Dislexia sin Complejos

jueves, marzo 25, 2010

Autobiografía

Por F. Martínez

Hace más de dos años que tenía especial interés en publicar el relato que da título a esta entrada. Mi hija mayor tenía que escribir en el instituto un relato sobre su vida y esto que podéis leer fue el resultado de aquello. Por aquél entonces tenía 12 años. Sólo se han modificado aquellos datos que hacen referencia a nombres o lugares.

Autobiografía
Por Helena Martínez

Nací el 14 de Febrero de 1995 en Madrid (España), en el hospital La Paz. Vivo en un pueblo de la Sierra de Madrid. Dos años después nació mi hermana, Isabel, el 27 de septiembre de 1997. Hasta aquí llevo una vida como otra cualquiera. La verdad es que no tiene nada especial que contar, solamente una cosa que me cambió la vida por completo.
Cuando yo iba a 4º de primaria y mi hermana a 2º, mis padres se dieron cuenta de que ella fallaba en el colegio, y la costaba aprender. La llevaron a un sitio a hacerla unas pruebas y la dijeron que tiene “dislexia”. Por eso tenía que ir a apoyo, pero en el colegio la dijeron que no la hacia falta y que no tenía problemas, pero todo lo contrario. La costaba mucho. Por esta razón mis padres decidieron hacer una asociación de dislexia con mis tíos (porque mi prima también tiene dislexia), para poder ayudar a facilitar los estudios a los disléxicos, porque la dislexia no se quita. Es para toda la vida.
Hicieron una página Web y mucha gente la consultó y venían a las conferencias que daban en Madrid. Casi todos los fines de semana nos íbamos a Madrid toda la familia a las reuniones con más gente de la asociación. A mi madre la llamaban mucho por teléfono, porque era la vicepresidenta de la asociación y pasaba más horas del día hablando por el móvil que con el resto de su familia. Era un tostón estar así. Incluso ella lo decía. Por eso, dimitió. Así hablaba más con la familia y teníamos los fines de semana libres.



A finales del 2005, estaba ya terminando el curso, cuando estaba una noche cenando con mi familia y mis padres nos comunicaron a mi hermana y a mí que nos íbamos a cambiar de colegio. En ese momento casi me desmayé, si no fuera por que estaba sentada. Yo no me quería cambiar de colegio y menos mi hermana porque, claro, ahí teníamos nuestros amigos y amigas de toda la vida. Intentamos convencer a mis padres de que no queríamos cambiarnos de colegio, pero no nos hicieron ni caso. Decidieron cambiarnos cuando empezara el siguiente curso al colegio público, que también estaba en el mismo pueblo y por eso ya conocíamos a algunos niños. Pero aún así no me apetecía nada cambiarme de colegio. Me pasé toda la noche pensando en eso y me asustaba la idea, pero no tenía otra elección.
Empezó el curso. Un día antes ya tenía preparado todo. Esa noche dormí cuatro horas como máximo, pensando en lo trágico que sería el primer día. La mañana siguiente me desperté antes que mis padres, estaba muy nerviosa. Iba en el coche con mi padre, mi madre y mi hermana. Yo iba pensando en el nuevo colegio y mi hermana también.
Al fin en la puerta, me encontré con algunos niños que ya les conocía de la guardería y del pueblo. Todavía no habían abierto y estaba toda la gente fuera esperando.
Al llegar a mi casa, le pregunté a mi madre que por qué no me cambió antes. Estaba tan contenta con el nuevo colegio que hasta me olvidé del antiguo. Este me gustaba más. Mi hermana recibía clases de apoyo y le venían bastante bien.
Tengo que confesar que la mayoría de las veces odio a muerte a mi hermana como por ejemplo cuando me castigan por su culpa. Hubo una época que mi hermana y yo discutíamos tanto, que no nos hablábamos y me empecé a pelear con mi madre porque no me entendía. Pero otras veces me lo paso genial con mi hermana. Ella y yo tenemos la costumbre de que después de cenar, cuando nos vamos a lavar los dientes, empezamos a cantar y a bailar en el cuarto de baño, hasta que llega mi madre y nos dice que paremos de hacer el tonto o cuando Isabel (mi hermana) se cae a la bañera y se enfada.
Nos pegamos unos gritos impresionantes y hasta nos insultamos (aunque eso no esta bien). Pero ella ha empezado a insultar y a hablar así, según mi madre, por mi culpa por que me oye a mí. Pero aparte de eso y todas las cosas que me ha hecho es mi hermana y yo la quiero mucho (aunque a veces pienso, que si no fuera por ella no me hubiera cambiado de colegio y ahora no estaría en este instituto, y por eso la debo mucho).
Bueno, luego llego el paso al instituto pero ese fue más fácil en cuanto a compañeros y más difícil en cuanto a los estudios. Por eso me preocupa un poco mi hermana.
Un día en clase, bueno, en una semana, me di cuenta de que a un niño de mi clase le costaba mucho aprender y que iba a apoyo todos los días de la semana (era repetidor). Se lo dije a mis padres y estos hablaron con los suyos y les dijeron lo de la asociación y la página Web. Sus padres la miraron y fueron a una reunión pero ya no e vuelto a saber de esas cosas porque ya no voy a las reuniones y no me extraña que el tampoco valla porque solo hablan de la dislexia, la psicología y esas cosas….
Actualmente, estoy teniendo muchos problemas con mi hermana porque nos peleamos mucho en esta época y en todas. Además he estado un poco desconcentrada en los estudios, porque tenía que ocuparme de otros problemas entre amigos y amigas… Pero ya me estoy incorporando de nuevo.
Y más o menos eso es lo más importante que me pasó en la vida, porque nunca había pasado por esos momentos ni querría volver a pasar.
Muchas gracias por escucharme.
Fin

Etiquetas: , , , , , ,

Búsqueda personalizada

jueves, marzo 18, 2010

Prometeo encadenado

Tras el estreno hace unas semanas de la película Percy Jackson y el ladrón del rayo, un remix sobre mitología griega con unos cuantos importantes errores de script, pero entretenida al fin y al cabo, a final de mes (31 de marzo) se estrenará Furia de Titanes (Clash of the Titans, Louis Leterrier), película a la que quería anticiparse Chris Columbus, probablemente para evitar una seria competencia en términos de recaudación de taquilla. No vamos a adelantaros nada sobre Furia de Titanes, un remake de la película de mismo título de Desmond Davis de 1981, en la que trabajó como extra un lejano pariente nuestro; al fin y al cabo se vuelve sobre la historia de Perseo y Medusa, pero sí vamos a hablar de Titanes, de uno en concreto: Prometeo.



Prometeo, hijo del Titan Jápeto, era el dios amigo de los mortales, según la mitología griega. De todos los mitos, uno que nos ha fascinado siempre es el de Prometeo, en concreto Prometeo encadenado, tragedia griega atribuida a Esquilo. Prometeo está considerado como el gran benefactor de la humanidad, según la mitología, y fue el auténtico ladrón del rayo (del fuego) de Zeus para entregárselo a los mortales. Por ello, Zeus le castigó a ser encadenado a una roca en el Cáucaso mientras un águila le devoraba el hígado durante el día que se regeneraba durante la noche. Y así un día tras otro. Si os dais cuenta, la dislexia es equiparable a la historia de Prometeo encadenado. La falta de automatización en la lectura representa un verdadero suplicio diario para un disléxico al enfrentarse con las letras; y esa historia se repite día tras día. Las letras devoran el hígado (la autoestima) de nuestros hijos. El pecado de ser disléxicos les asemeja a la historia de este Titán, culpable de haber robado el rayo de Zeus. Nuestros pequeños prometeos, auténticos titanes en esto de la lectoescritura, se merecen el respecto de todos nosotros ante ese esfuerzo sobrehumano diario frente a los libros o cuadernos a los que se encuentran encadenados.
Prometeo fue finalmente liberado por Heracles (Hércules en la mitología romana) cuando mató de un flechazo al águila que le devoraba el hígado, pero eso, y cuando ocurrirá para la dislexia, es otra historia que aún está por escribirse.



(Prometeo encadenado, cuadro de Paul Rubens (1612) en el Museo de Arte de Filadelfia)

Etiquetas: , , , ,

Búsqueda personalizada

jueves, marzo 11, 2010

Y la dislexia enmudeció

Hoy es 11 de Marzo, más conocido como 11-M, y, además, como jueves que es, toca entrada en el blog. Hoy se cumplen seis años de los brutales atentados ocurridos en Madrid en los que fallecieron 190 personas y resultaron heridas 1893. Como entonces, hoy también es jueves. Desde hace tiempo sabíamos que este año el triste aniversario coincidiría con nuestra habitual entrada de los jueves. Hemos dudado mucho sobre la conveniencia o no de hacer una referencia a aquellos trágicos sucesos. Por probabilidad, es muy posible que unos cuantos que viajaban en aquellos trenes fuesen disléxic@s, y eso ya es motivo para que les recordemos en este blog de dislexia. Pero muchos otros no lo eran. La muerte nos iguala a todos: disléxicos y no disléxicos; altos y bajos; guapos y menos guapos. A todas aquellas víctimas, fruto de una sinrazón inexplicable, nuestro recuerdo y nuestro ánimo a sus familiares que siguen preguntándose por qué ocurrió todo aquello. Hoy sólo podemos recordar aquellos momentos de dolor, de rabia, de frustración, de impotencia…, porque a buen seguro, la dislexia también viajaba en aquellos trenes y enmudeció, como enmudecieron todas aquellas personas que recordaremos para siempre en el Bosque del Recuerdo o Bosque de los Ausentes en el madrileño Parque del Retiro, donde 192 árboles se erigen a la memoria de las víctimas mortales de aquél sangriento acontecimiento: los 190 que murieron en los trenes más el bebé que murió dos días después de nacer en mayo como consecuencia de las heridas sufridas por su madre; y el miembro del Grupo Especial de Operaciones que murió en la explosión de Leganés cuando se inmolaron algunos de los autores de los atentados.





Etiquetas: , , ,

Búsqueda personalizada

jueves, marzo 04, 2010

Para la dislexia siempre hay tiempo

Venimos tratando acerca de la dislexia desde hace más de cuatro años. La hemos analizado y comentado desde diferentes puntos de vista. Uno que nos gusta especialmente es el cinematográfico. Pero hoy no vamos a tratar de cine ni de dislexia en el cine. En realidad, no vamos a tratar de nada en especial. La dislexia, siendo importante (es más, siendo muy importante para nosotros), no lo es todo. Sacar tiempo para tratar temas relacionados con la dislexia es cada vez más complicado por la exigencia que nos supone nuestras respectivas profesiones. De hecho, hoy nos hemos demorado en la entrada de este blog por eso mismo. Todo esto no quita que sigamos dedicándole tiempo a la dislexia y a las demás dificultades de aprendizaje, pero como para la dislexia siempre hay tiempo, hemos decidido tomarnos nuestro tiempo, el cual también necesitamos.

Etiquetas: , , ,

Búsqueda personalizada