Pasado, presente y futuro
Resulta penoso que tengamos que mirar al futuro para buscar el consuelo necesario para las necesidades de nuestros hijos. Esto de la dislexia parece, a veces, ciencia ficción. Nuestros antepasados eran más realistas, vivían el momento y cada necesidad acuciante buscando la solución más oportuna para la supervivencia. Como especie, parece que se nos ha olvidado eso de la evolución que nos ha llevado a lo que somos en el momento actual. Es indudable que somos lo que somos como consecuencia de las decisiones tomadas y experiencias vividas en el pasado; de la misma forma que nuestros actos de hoy condicionarán nuestro futuro.
El momento presente de la Asociación Dislexia sin Barreras es bastante lamentable como consecuencia del deterioro funcional en el que lleva inmerso desde hace algún tiempo. El bonito proyecto inicial que participó en importantes acontecimientos hace algunos años, comenzó una etapa de oscurantismo indecible cuando se abandonaron dos de las premisas básicas con las que se había funcionado hasta entonces: claridad y transparencia. No es el momento de señalar ahora quién propició todo aquello, pero no es difícil imaginar que quienes pusieron a Alfonso Callejas como Presidente de la Asociación tenían una cierta idea de que sería un Presidente muy malo capaz de llevar a Dislexia sin Barreras por los derroteros en los que actualmente se encuentra, como consecuencia de su avidez de lucro personal. Una mala jugada en la Asamblea Ordinaria este verano le convirtió en ex-Presidente haciéndose cargo de la Asociación una Junta Gestora.
El pasado sábado día 11 de diciembre tuvo lugar una nueva Asamblea Ordinaria de la Asociación para exponer la situación en la que se encuentra Dislexia sin Barreras tras analizar, por parte de la Junta Gestora, el análisis documental de la gestión realizada por el ex-Presidente. Enumerar todas y cada una de las lamentables actuaciones de Alfonso Callejas al frente de la Asociación convertiría este post en una historia interminable, por lo que no lo vamos a hacer, al menos de momento. El artículo 26 de los estatutos de DsB, sobre las causas por las que un socio puede causar baja en la Asociación, en el apartado c, dice Por acuerdo de la mayoría simple de la Asamblea General previo el trámite de audiencia al interesado, cuando las acciones del miembro recusado fueran contrarias a la buena imagen y los fines de la Asociación, y como consecuencia de su aplicación, Alfonso Callejas fue expulsado de Dislexia sin Barreras, ello sin perjuicio de las previsibles acciones legales que la nueva Junta Gestora, tras el oportuno asesoramiento jurídico, decida tomar contra su persona por los presumibles delitos de apropiación indebida y falsificación de documento público.
A partir de ahí, ¿qué queda? ¿Tiene sentido seguir con Dislexia sin Barreras o resultaría más práctico iniciar su disolución? Si se mira al futuro, sigue existiendo todo ese oscuro panorama que se cierne sobre los niños y niñas con dislexia que motivaron la creación de Dislexia sin Barreras. La cuestión es: volver a empezar; o hacer resurgir lo que ya hay, como el ave fénix de sus cenizas.
La Asamblea del pasado día 11 de diciembre decidió renovar una nueva Junta Gestora encargada de estudiar la viabilidad de la continuación de la Asociación para, a partir de ahí, propiciar un proceso electoral serio, limpio, claro y transparente; algo que no ha existido en ninguno de los procesos electorales anteriores en la historia de la Asociación.
Es cierto que se ha perdido muchísimo tiempo y que este no es recuperable frente a la lucha por los derechos de las personas con dislexia ante las diferentes instituciones y administraciones, y que hay que retomarlo, como objetivo fundamental (y olvidado por los anteriores gestores) que fue siempre de Dislexia sin Barreras. Pero primero habrá que poner un poco de orden en casa donde todo se encuentra patas arriba. ¡Quizás merezca la pena luchar por ello!
Solo una pregunta más, una reflexión que nos hacemos en voz alta: hace ya algunos años fuimos acusados de querer la aniquilación de Dislexia sin Barreras, ¿dónde están los que entonces nos señalaban con el dedo como instigadores de tal objetivo? En los peores momentos, los actuales, por lo que está pasando la Asociación, ¿dónde está cada cuál?

El momento presente de la Asociación Dislexia sin Barreras es bastante lamentable como consecuencia del deterioro funcional en el que lleva inmerso desde hace algún tiempo. El bonito proyecto inicial que participó en importantes acontecimientos hace algunos años, comenzó una etapa de oscurantismo indecible cuando se abandonaron dos de las premisas básicas con las que se había funcionado hasta entonces: claridad y transparencia. No es el momento de señalar ahora quién propició todo aquello, pero no es difícil imaginar que quienes pusieron a Alfonso Callejas como Presidente de la Asociación tenían una cierta idea de que sería un Presidente muy malo capaz de llevar a Dislexia sin Barreras por los derroteros en los que actualmente se encuentra, como consecuencia de su avidez de lucro personal. Una mala jugada en la Asamblea Ordinaria este verano le convirtió en ex-Presidente haciéndose cargo de la Asociación una Junta Gestora.
El pasado sábado día 11 de diciembre tuvo lugar una nueva Asamblea Ordinaria de la Asociación para exponer la situación en la que se encuentra Dislexia sin Barreras tras analizar, por parte de la Junta Gestora, el análisis documental de la gestión realizada por el ex-Presidente. Enumerar todas y cada una de las lamentables actuaciones de Alfonso Callejas al frente de la Asociación convertiría este post en una historia interminable, por lo que no lo vamos a hacer, al menos de momento. El artículo 26 de los estatutos de DsB, sobre las causas por las que un socio puede causar baja en la Asociación, en el apartado c, dice Por acuerdo de la mayoría simple de la Asamblea General previo el trámite de audiencia al interesado, cuando las acciones del miembro recusado fueran contrarias a la buena imagen y los fines de la Asociación, y como consecuencia de su aplicación, Alfonso Callejas fue expulsado de Dislexia sin Barreras, ello sin perjuicio de las previsibles acciones legales que la nueva Junta Gestora, tras el oportuno asesoramiento jurídico, decida tomar contra su persona por los presumibles delitos de apropiación indebida y falsificación de documento público.
A partir de ahí, ¿qué queda? ¿Tiene sentido seguir con Dislexia sin Barreras o resultaría más práctico iniciar su disolución? Si se mira al futuro, sigue existiendo todo ese oscuro panorama que se cierne sobre los niños y niñas con dislexia que motivaron la creación de Dislexia sin Barreras. La cuestión es: volver a empezar; o hacer resurgir lo que ya hay, como el ave fénix de sus cenizas.
La Asamblea del pasado día 11 de diciembre decidió renovar una nueva Junta Gestora encargada de estudiar la viabilidad de la continuación de la Asociación para, a partir de ahí, propiciar un proceso electoral serio, limpio, claro y transparente; algo que no ha existido en ninguno de los procesos electorales anteriores en la historia de la Asociación.
Es cierto que se ha perdido muchísimo tiempo y que este no es recuperable frente a la lucha por los derechos de las personas con dislexia ante las diferentes instituciones y administraciones, y que hay que retomarlo, como objetivo fundamental (y olvidado por los anteriores gestores) que fue siempre de Dislexia sin Barreras. Pero primero habrá que poner un poco de orden en casa donde todo se encuentra patas arriba. ¡Quizás merezca la pena luchar por ello!
Solo una pregunta más, una reflexión que nos hacemos en voz alta: hace ya algunos años fuimos acusados de querer la aniquilación de Dislexia sin Barreras, ¿dónde están los que entonces nos señalaban con el dedo como instigadores de tal objetivo? En los peores momentos, los actuales, por lo que está pasando la Asociación, ¿dónde está cada cuál?
Etiquetas: Asamblea, asociación, historia