Vientos del pueblo
A un mes de las Elecciones Generales, hoy tiene lugar la sexta jornada de huelga del Profesorado en Madrid en protesta contra los recortes en Educación anunciados en esta Comunidad. Que llevamos ya mucho tiempo inmersos en una grave crisis económica no es ninguna novedad. Que esa crisis nos afecta enormemente, tampoco es novedad. La indignación como ciudadanos de a pie va cada vez en mayor aumento y la consecuencia es esa protesta ciudadana que nació de forma espontánea el 15 de mayo; una protesta ciudadana que, lejos de apagarse, se ha ido extendiendo hasta provocar la reciente marcha por 600 ciudades de todo el mundo el pasado 15 de octubre.
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
Mientras en época de bonanza, muchos políticos se han dedicado a derrochar los recursos generados, ahora, cuando vienen mal dadas, se nos pide además que nos apretemos el cinturón. Vienen los tiempos de la tijera, hay que recortar gastos para sufragar tantos excesos. Lo malo de recortar es que, según en qué, siempre afectará a los más desfavorecidos. Si se recorta en Sanidad, ¿quiénes son los desvaforecidos? aquellos que tienen una mayor dependencia del sistema sanitario: los enfermos. En materia de Educación no creemos que haga falta mencionar como más desfavorecidos a los que tienen alguna Dificultad de Aprendizaje.
Quizás no sirva para mucho, pero nos reconfortan esos versos de aliento que nos dejara Miguel Hernández en sus Vientos del pueblo me hablan:
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Para nosotros, salga quien salga elegido el próximo 20-N, la democracia así concebida, una democracia que se acuerda de nosotros sólo durante unas elecciones, no es más que un mercadeo impropio de quienes nos consideran un pueblo de bueyes.
No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
Mientras en época de bonanza, muchos políticos se han dedicado a derrochar los recursos generados, ahora, cuando vienen mal dadas, se nos pide además que nos apretemos el cinturón. Vienen los tiempos de la tijera, hay que recortar gastos para sufragar tantos excesos. Lo malo de recortar es que, según en qué, siempre afectará a los más desfavorecidos. Si se recorta en Sanidad, ¿quiénes son los desvaforecidos? aquellos que tienen una mayor dependencia del sistema sanitario: los enfermos. En materia de Educación no creemos que haga falta mencionar como más desfavorecidos a los que tienen alguna Dificultad de Aprendizaje.
Quizás no sirva para mucho, pero nos reconfortan esos versos de aliento que nos dejara Miguel Hernández en sus Vientos del pueblo me hablan:
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Para nosotros, salga quien salga elegido el próximo 20-N, la democracia así concebida, una democracia que se acuerda de nosotros sólo durante unas elecciones, no es más que un mercadeo impropio de quienes nos consideran un pueblo de bueyes.
No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
Etiquetas: Dificultad de Aprendizaje, Dislexia, huelga, política