Disléxicos famosos (1ª parte)
Internet está lleno de páginas con listados de personajes famosos que tuvieron (o tienen) dislexia u otra Dificultad de Aprendizaje. Lo más llamativo de esos listados es que se repiten de un recurso a otro sin aportar razones o argumentos de la pretendida dislexia. De hecho, para documentar este post, hemos tenido grandes dificultades para conseguir información al respecto. A base de perpetuarse en la Red, ese parece ser el principal argumento a favor de la dislexia de personajes ya fallecidos famosos como Einstein, Edison, Walt Disney o Leonardo da Vici. De hecho ese fue el argumento aportado por la revista TIME a Dave Smith, director de los Archivos Walt Disney, cuando se puso en contacto con ellos para preguntarles cómo habían llegado a la concusión de que Walt Disney era disléxico, tal y como podemos leer en Famous People With Dyslexia: Walt Disney and More….
Simplemente el malintencionado rumor de que Walt Disney no sabía escribir ni su propio nombre (su famosa firma no era suya) parece ser el origen de la presunta dislexia del artista (Ver: Famous dyslectics), en cuya biografía nada indica que tuviera dislexia, ya fuese en su infancia o durante su posterior carrera empresarial.
Uno de los primeros autores que sugirió una lista de personajes famosos disléxicos fue Thompson (Language disabilities in men of eminence. Bulletin of the Orton Society, 1969: 14:113-120) basándose en algunos datos biográficos de sus personajes, pero, y como reconocen Aaron et al. esos datos estaban sesgados y resultaban poco fiables. Precisamente Aaron et al. llevaron a cabo una seria aproximación a las Dificultades de Aprendizaje en personajes famosos en su artículo Specific Reading Disability in Historically Famous Persons (Journal of Learning Disabilities 1988; 21:523-538), analizando desde un punto de vista biográfico, cognitivo, neuropsicológico y biológico (en los casos que ello fue posible) las dificultades de aprendizaje de Edison, Wilson, Hans Christian Andersen y Leonardo da Vici.
Sobre la dislexia de Leonardo hemos hablado con anterioridad en este mismo Blog, así como de la de Hans Christian Andersen en esa misma entrada haciendo referencia al trabajo de Kihl, Gregersen y Sterum (Hans Christian Andersen's Spelling and Syntax, Journal of Learning Disabilities, 2000; 33: 506-519) en el que estudiaron los manuscritos del escritor danés desde los 20 a los 70 años encontrando un porcentaje de errores insignificantes de 1,7 %, entre 2 y 15 veces más bajo que el de los porcentajes mostrados por sujetos con dislexia.
(Carta de Andersen a Mr. Hempel publicada en Journal of Learning Disabilities 1988; 21:523-538)
Lo que Aaron et al. plantean es la posibilidad de un diagnóstico póstumo de dislexia u otra Dificultad de Aprendizaje que otros muchos autores consideran que ello no es posible, tal es el caso de Adelman y Adelman (Rodin, Patton, Edison, Wilson, Eistein: Where They Really Learning Disabled? Journal of Learning Disabilities, 1987; 20:270-279). Como hemos mencionado muchas veces, si resulta muy complicado obtener un diagnóstico de dislexia en nuestros hijos, ¿cómo podemos pretender realizar un diagnóstico de forma póstuma? Queda claro, una vez más, el problema en sí mismo del concepto de lo que es la dislexia y de la definición usada para la detección de la misma. Está claro que, sea dislexia u otra Dificultad de Aprendizaje, para cuyo concepto existen también abundantes definiciones (Ver: Manual de Dificultades de Aprendizaje, J. Nicasio García; Ed. Narcea, 3ª ed. 1998), el problema es el concepto mismo de lo que es la dislexia. De la revisión de la literatura está claro que Aaron et al. no hablan de lo mismo que Adelman y Adelman.
Simplemente el malintencionado rumor de que Walt Disney no sabía escribir ni su propio nombre (su famosa firma no era suya) parece ser el origen de la presunta dislexia del artista (Ver: Famous dyslectics), en cuya biografía nada indica que tuviera dislexia, ya fuese en su infancia o durante su posterior carrera empresarial.
Uno de los primeros autores que sugirió una lista de personajes famosos disléxicos fue Thompson (Language disabilities in men of eminence. Bulletin of the Orton Society, 1969: 14:113-120) basándose en algunos datos biográficos de sus personajes, pero, y como reconocen Aaron et al. esos datos estaban sesgados y resultaban poco fiables. Precisamente Aaron et al. llevaron a cabo una seria aproximación a las Dificultades de Aprendizaje en personajes famosos en su artículo Specific Reading Disability in Historically Famous Persons (Journal of Learning Disabilities 1988; 21:523-538), analizando desde un punto de vista biográfico, cognitivo, neuropsicológico y biológico (en los casos que ello fue posible) las dificultades de aprendizaje de Edison, Wilson, Hans Christian Andersen y Leonardo da Vici.
Sobre la dislexia de Leonardo hemos hablado con anterioridad en este mismo Blog, así como de la de Hans Christian Andersen en esa misma entrada haciendo referencia al trabajo de Kihl, Gregersen y Sterum (Hans Christian Andersen's Spelling and Syntax, Journal of Learning Disabilities, 2000; 33: 506-519) en el que estudiaron los manuscritos del escritor danés desde los 20 a los 70 años encontrando un porcentaje de errores insignificantes de 1,7 %, entre 2 y 15 veces más bajo que el de los porcentajes mostrados por sujetos con dislexia.
(Carta de Andersen a Mr. Hempel publicada en Journal of Learning Disabilities 1988; 21:523-538)
Lo que Aaron et al. plantean es la posibilidad de un diagnóstico póstumo de dislexia u otra Dificultad de Aprendizaje que otros muchos autores consideran que ello no es posible, tal es el caso de Adelman y Adelman (Rodin, Patton, Edison, Wilson, Eistein: Where They Really Learning Disabled? Journal of Learning Disabilities, 1987; 20:270-279). Como hemos mencionado muchas veces, si resulta muy complicado obtener un diagnóstico de dislexia en nuestros hijos, ¿cómo podemos pretender realizar un diagnóstico de forma póstuma? Queda claro, una vez más, el problema en sí mismo del concepto de lo que es la dislexia y de la definición usada para la detección de la misma. Está claro que, sea dislexia u otra Dificultad de Aprendizaje, para cuyo concepto existen también abundantes definiciones (Ver: Manual de Dificultades de Aprendizaje, J. Nicasio García; Ed. Narcea, 3ª ed. 1998), el problema es el concepto mismo de lo que es la dislexia. De la revisión de la literatura está claro que Aaron et al. no hablan de lo mismo que Adelman y Adelman.
Etiquetas: artículo científico, Dificultad de Aprendizaje, Dislexia, Einstein, Internet, Leonardo da Vinci, Walt Disney