Nos sobran los motivos
Para la semana que viene, coincidiendo con nuestra estancia en Sta Cruz de Tenerife en la III Jornada de Dislexia en Canarias, este blog cumplirá cinco años. La historia de este blog está escrita en el mismo, en sus diferentes entradas a lo largo de todos estos años. Hemos comentado tantas noticias y otros asuntos relacionados con la dislexia que nos resulta cada vez más complicado tratar estos temas desde algún punto de vista original. Nuestro interés por la dislexia va menguando en la medida en la que nuestros zoquetes van desarrollando estrategias cada vez más eficaces frente a sus desventajas. Aunque sabemos que no hay que dormirse en los laureles, y por ello estamos ojo avizor, hay otros muchos temas que despiertan nuestro interés a los cuales la dislexia les ha robado demasiado protagonismo en el pasado. Además, persiste cierto cabreo habitual compartido con Manuel por todo aquello que no nos gusta del mundillo que rodea a la dislexia. Hemos querido dejar todo esto tantas veces que ya nadie nos cree cuando decimos que vamos a hacerlo, aunque ese día llegará porque nos sobran los motivos.
Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
este nunca, no esconde un "ojalá",
estas cenizas, no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo
estas vísperas, son las de después.
A este ruido, tan huérfano de padre,
no voy a permitirle que taladre
un corazón, podrido de latir…
Esta introducción de la famosa canción de Joaquín Sabina podría ser el más apropiado epitafio para este blog, porque como dice el estribillo:
No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo.
Para decir "con Dios" a los dos
nos sobran los motivos.
Y no nos faltan motivos. Motivos para desconfiar de tanta mala gente como hay por ahí dispuesta a ponerte la zancadilla continuamente. Gracias a la dislexia (lo hemos manifestado en diferentes ocasiones) hemos conocido gente maravillosa que se afana por el reconocimiento social y educativo de esta desventaja; pero resulta llamativo que la propia dislexia nos haya convertido en enemigos íntimos de mucha más gente de la que os imagináis. ¿El motivo? Sólo se nos ocurre el que siempre hemos dicho lo que pensábamos con honestidad y franqueza, aunque a unos cuantos no les gustase, y en los casos en los que hemos denunciado actividades impropias más próximas al delito que a una pretendida ingenuidad, con pruebas. Tenemos perfectamente claro que no estamos en posesión de la verdad absoluta, y de ello nos damos cuenta cada vez que hablamos de dislexia con nuestros buenos amigos. Anita Pestaña (Presidenta de Dislecan) y nosotros solemos disentir más que coincidir en muchos de nuestros planteamientos sobre la dislexia, pero siempre desde el respeto mutuo hacia la postura de la otra parte. Así las cosas, ¿para qué seguir? ¿Qué sentido tiene todo esto? Para nosotros cada vez menos. Nos sobran los motivos para decir “con Dios” y dedicarnos a otra cosa. ¿Lo haremos? ¡Quizás el jueves que viene no haya la dislexia de los jueves!
Etiquetas: adulto, aniversario, desventaja, Dislecan, Dislexia, jornadas de dislexia, poesía, zoquete